
Hoy, mientras me entristecía por mi maldita realidad, mientras me escupía sin parar, mientras me zambullía en mi mierda, en tu mierda y en la mierda de todos, mientras lloraba sin consuelo aparente, mientras estaba completamente sola, mientras mi ausencia y mi soledad me abandonaban junto con el abandono, me di cuenta de lo cruel y mal agradecida que he sido… mil veces he pensado y me he sentido sola, sin el apoyo de nadie (y no me refiero a ese nadie del cual alguien puede apropiarse como seudónimo) y abandonada por todos. Pero mientras hacia esas mil cosas sumadas otras cuatro mil, empecé a recordar vagamente… eran esos tipos de recuerdos que llegan en el momento propicio para ayudarte y para que no te hundas mas… y en mis recuerdos aparecieron rostros, al principio me esforcé en identificarlos; una vez identificados, intente recordar sus nombres; fue un trabajo difícil, aunque para muchos pueda desempeñar un trabajo fácil y simple. Prosigo… al fin termine por recordar a cada uno de esos rostros, me di cuenta que las personas a las que correspondían los rostros son esas personas que con y sin darme cuenta siempre han estado ahí, siempre han hecho sacrificios por mi y que soy yo la que en muchas ocasiones las he abandonado, la que los he desconsiderado, la que los he destituido del lugar que merecen y he colocado a otros en su lugar, que sin duda alguna no les han pertenecido, son ellos los que merecen el todo de mi, son ellos lo que merecen todas mis palabras y es a ellos a los que les agradezco muchas cosas… las lagrimas derramadas van por ellos, las penas pasadas van por ellos, las batallas paliadas (ya sean perdidas o ganadas) son por ellos, puede que olvide a algunos o puede que no, pero en este momento recuerdo solo a ellos y les doy gracias por haberse cruzado en mi mente en el momento oportuno, gracias por todo… y gracias por dejarme sin palabras, ya que en este momento no se que palabras usar para agradecerles todo. Puede que dosifiqué mi cariño de manera errónea y puede ser que sea un error que no pueda corregir, pero… ustedes no solo ocuparan un lugar importante en mi corazón, sino también en mi cabeza y en mis recuerdos (creo que lo ultimo es lo mas difícil de conseguir)… El agradecimiento mío, puede ser que para mi (siendo otra persona) valga absolutamente nada, pero si ustedes siempre han estado ahí y siempre han demostrado todo por mi, les importa y es por eso que lo hago, no diré nombres, porque no es necesario que los lean, porque ellos saben quienes son y porque este escrito no vale nada si en verdad no se los digo a ellos…
Y para los que en muchos casos pensé que estaban ahí, pero en realidad siempre brillaron por su ausencia, les informo señores pasajeros, los invito a que pasen y suban a mi tren y no sean simples pasajeros, los invito a ser habitantes… solo me queda eso. Muchas veces di demasiado de mi, sin retribución alguna, no puedo negar el cansancio y hastió que muchas veces sentía al hacer eso; la soledad que sentí al entregarles tanto y al no sentir ni un mísero agradecimiento, pero espero que algún día valoren todo lo que les di, espero que en los momentos de caída me recuerden como la muchachita doña nadie que estuvo ahí, en las buenas y en las malas, intentando dar todo de si para vuestra felicidad. Como los extrañe…pero ahora tengo a otros que en los momento de soledad me recuerdan y saben que estoy ahí, siempre ahí y para ellos, espero no seguir equivocándome y darles a los que me dan, es un acto egoísta seguramente… pero ya no doy mas, al menos no por hoy.
Las veces que dije: “te quiero”, “te adoro”, “te amo”, no fueron mentira ni invento de mi ciegues, no, nunca… cada vez que decía algo así (y con esfuerzo, pues no soy muy comunicativa con mis sentimientos) lo decía pura e inocentemente, era lo único bueno que me ayudaba a seguir sobreviviendo y si hoy lo digo, no es de mentira, es la verdad mas sagrada que tengo… quizás algún par de veces me equivoque en la denominación que le di a lo que sentía por la persona, pero hay veces en que el sentimiento era tan inmensamente intenso que no encontraba la manera de decirlo en palabras, pues la expresión de mis ojos era invisible al entendimiento de los suyos.