Y desde entonces...

Ya los vientos han cambiado de rumbo, ya no te veo, ya no te siento cercana… todo es distante, quizá yo este distante, pero resolutivamente no es lo mismo. Mi norte se ha llenado de una brumosa capa de niebla, me impide ver, sentir, oler, imaginar y solo me zambulle en el nerviosismo que me provoca aquel, aquel otro ser. No imagino la forma de salir, no pienso, pero sin pensar dudo, dudo de sentir, sentir algo realmente por lo que luchar y me sumerjo en el atardecer de sus pupilas y de ahí… de ahí ya no quiero salir… y es que me veo tan pequeñita en sus ojos, nunca pararía de verme en ellos porque realmente es hermoso, no verme a mi, sino la magnitud en al que me veo.

Cierro los ojos y creo descansar, mas nuevamente me equivoco, la distorsión ya no se vuelve distracción. De pronto, vuelo al baño, vomito rabia, vomito miedo, vomito la esperanza y el anhelo… y maldito circulo, maldito ciclo… será que siempre las cosas tienen un fin y nada es por siempre?

Ya no creo, no creo ni lo que hablan tus ojos, no creo en las multifazeticas voces que me absorben antes de dormir… y vuelvo a caer en ese poso infinitamente finito. Esta vez podré pararme, podré salir victoriosa?

Solo pido… si es que llegas a leer este mensaje antes del fin, de mi fin… hagas lo posible por ayudarme, por arrebatarme ese miedo que nació de ti, que intente arrebatarte, mas nada resulto, porque tu miedo es mas grande que toda verdad… y si alguna vez te acuerdas de mi, ven por mi, ven por mi antes de este absurdo fin.

Ahora me tiro al vació, con la esperanza de que un ave gris venga a mi y me lleve sobre sus alas… al arco iris brillante que se encuentra ahí, frente a ti.